Será una performance que se ejecutará el domingo 2 de diciembre, con participación de ensambles musicales, embarcaciones y automóviles y diversas fuentes sonoras características del Puerto de Mar del Plata.
“Los sonidos también son parte de la identidad del puerto, son patrimonio intangible de la ciudad” define el artista Marín Virgili. Justamente esos sonidos característicos del pulso de un sector y una actividad con vida propia dentro de Mar del Plata son los que Virgili quiere destacar en la particular obra San Antonino, una performance que se hará audible y visible en un espacio de 640.000 metros cuadrados entre las escolleras Norte y Sur, incluyendo el canal interior del puerto.
La obra, que el público prodrá apreciar de forma libre y gratuita, se montará el domingo 2 de diciembre, a las 11.
Virgili está trabajando la arquitectura del sonido de esta composición musical plurifocal que, no obstante, “tendrá un resultado acústico imposible de predecir” dado que está expuesto a una gran cantidad de factores imponderables (como la dirección e intensidad del viento ese día).
De todas formas, el creador indicó que “la obra no solo tiene un fin estético, sino de homenaje, de visibilización, de rescate de las costumbres, los sonidos, las actividades, el pulso del puerto y una postal, que sigue siendo postal, pero que está en riesgo de desaparecer, como son las lanchitas amarillas”.
Participarán de la puesta el Ensamble Vocal UNTREF, El Recicle, Ensamble Negra40, Creciente, Orquesta Inestable del Club del Dibujo, El Anamora, autos, embarcaciones de distintos tipos y muchos artistas de la ciudad.
Dos ensambles de trompas y silbatos estarán ubicados en las escolleras sur y norte. Dos autos con sirenas, se moverán a lo largo de la escollera sur y lanchas amarillas equipadas con sirenas, bocinas y músicos estarán en el canal del puerto.
Además, un equipo de sonido de alto alcance, ubicado a la altura de “el Cristo” de la escollera sur, reproducirá tomas de campo de la peregrinación náutica y del puerto, que Virgili captó durante la celebración de la festividad de San Salvador, que se realizó este verano.
Entre estruendos y sirenas, vociferaciones y bocinas, San Antonino se remonta a las causas que propiciaron la construcción de una identidad local, como “la peregrinación náutica”, “la fiesta de los pescadores”, “el bautismo a las aguas” y sobre los modos de apropiación y significación del territorio que esos rituales promueven.
“Esta pieza es una estética de aventura, como la pesca es una economía de aventura, los pescadores salen al mar cada día y no saben con qué se van a encontrar, si van a volver con pescado, si van a volver…” indicó Virgili, quién desde el nombre de la obra hace un homenaje a los trabajadores del mar. Asimismo indicó que “también habrá un homenaje a los tripulantes del ARA San Juan”.
“Mi motivación fue una observación y un análisis sobre la mirada de Mar del Plata sobre Mar del Plata y su puerto. Una mirada que no esté influenciada por la que los turistas tienen de la ciudad, sino que rescate el patrimonio cultural, económico, social, del puerto. Hace 13 o 14 años, cuando vine a Mar del Plata, había unas 200 lanchitas amarillas en el Puerto. Hoy esas lanchitas siguen siendo la imagen de la ciudad hacia afuera, pero las lanchitas están por desaparecer. No me quiero meter en la cuestión política o de seguridad, pero si creo que desde la mirada artística, se puede contribuir al rescate, al homenaje de este valor patrimonial, integrado con costumbres religiosas, paganas, cantos, acentos, sonoridades catacterísicas”.
Virgili, quién puede llevar a cabo esta obra con el apoyo de una beca del Fondo Nacional de las Artes y cuenta con el apoyo del Consorcio Portuario, Prefectura y diversas entidades y clubes del Puerto, como la Escuela Nacional de Pesca, el Club Náutico, entre otros.
El artista ha realizado varios trabajos en Mar del Plata y en el puerto específicamente, uno de ellos el documental “Fluctuat nec mergitur”, que codirige junto a David Bressan y Santiago Alvaro.
Licenciado en Artes-orientación música (UBA) y Profesor en Docencia Superior (UTN), Virgili es xompositor, guitarrista, performer, docente e investigador en artes. Estudió composición con Ricardo Capellano, Gabriel Valverde y estética musical con Margarita Fernández. Fue becado por L’Université de Paris 1 (Panthéon-Sorbonne), la Universidad de Helsinki, el Fondo Nacional de las Artes, la Fundación Telefónica de Argentina y el Centro Cultural España en Buenos Aires.
Sus obras se inscriben dentro del ámbito de la composición musical, poesía sonora, experimentalismo sonoro, literatura y cine. Fueron presentadas en Argentina, Chile, Finlandia, Colombia, Venezuela, España, Canada, México, Suiza y Estados Unidos, y estrenadas por destacados ensambles y solistas
Es docente del Doctorado de Artes de la Universidad Nacional de las Artes, en colaboración con los investigadores Alicia Romero y Marcelo Giménez. Ha sido docente de la Maestría de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Luján.
Actualmente es miembro del Ensamble Negra40, del dúo música naranja -junto a su compañera Pamela Guruciaga- y orquesta negra junto al guitarrista Guillermo Bocanegra y el actor Gastón Maziéres. Es el director de la Orquesta Inestable del Club del Dibujo.